Mejorar la seguridad de los pacientes es una prioridad para el Sistema Nacional de Salud Español, tal y como aparece formulado en el Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, desde hace varios años, el Ministerio de Sanidad, Servicios Social e Igualdad, en coordinación con las Comunidades Autónomas, ha ido desarrollando una estrategia de trabajo muy en la línea de los objetivos de la Alianza Mundial para la Seguridad de los pacientes
propuesta por la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
Se trata de una estrategia basada en pasar de una cultura de la ocultación y la culpa a otra de la comunicación y el análisis para la mejora de la seguridad del paciente. La estrategia incluye una amplia gama de acciones, que parten de un enfoque sistémico del proceso de atención y del impulso a la formación y a la investigación sobre el tema. Se promueve de forma decidida una
implicación activa de profesionales, gestores y pacientes en la seguridad de la atención, teniendo en cuenta que aunque existen eventos adversos que son inevitables, se pretende trabajar la seguridad del paciente para disminuir la frecuencia de aparición de los mismos.
Mejorar la seguridad supone, entre otras cosas, realizar tres grandes grupos de acciones complementarias: prevenir los eventos adversos, hacerlos visibles y mitigar sus efectos cuando se producen.
Este proyecto “Recomendaciones para el manejo seguro de pacientes con nuevos anticoagulantes orales” tiene como objetivo, desde una perspectiva colaborativa y eminentemente práctica, aportar elementos de calidad y seguridad al proceso de atención del paciente anticoagulado.
Es fruto de un convenio de colaboración entre la Fundación Española de Calidad Asistencial (FECA) a través de tres de sus Sociedades Científicas Autonómicas: Sociedad Andaluza de Calidad Asistencial (SADECA), Asociación Madrileña de Calidad Asistencial (AMCA), Sociedad
Valenciana de Calidad Asistencial (SOVCA) y Boehringer Ingelheim España S.A. (BIESA).
Este tipo de colaboraciones permite establecer, de una forma transparente, las bases de la cooperación a través del intercambio de información y de acciones de interés mutuo, que promuevan un mayor conocimiento de áreas terapéuticas concretas, estableciéndose el marco
en el que se han de desarrollar las actividades acordadas, y con la firme decisión de establecer e intensificar dicha cooperación.
Para el desarrollo del proyecto, hemos utilizado metodología cualitativa y revisión bibliográfica, con el objetivo de diseñar las estrategias necesarias para la correcta atención de los pacientes en tratamiento con los nuevos anticoagulantes orales.
Esto lo hemos realizado de la mano de profesionales expertos y por lo tanto, es el fruto del conocimiento y experiencias de cardiólogos, hematólogos, neurólogos, enfermeras, farmacéuticos hospitalarios, y médicos de familia. Estos profesionales, conjuntamente con profesionales con perfil y conocimientos en gestión de calidad, son los que han hecho posible este trabajo. Además
de estas imprescindibles colaboraciones, el manual ha sido revisado y avalado por las diferentes sociedades científicas cuyos logos figuran en la contraportada del libro. Este trabajo no hubiera sido posible tampoco sin la colaboración y el patrocinio de BIESA.